Derechos del niño y producción de cortos en la escuela.
"Con los chicos no se juega” Niños, Cine y Derechos Humanos El proyecto contó con la participación de tres instituciones: el Cineclub Municipal Hugo del Carril, con una amplia trayectoria y compromiso con el cine como expresión cultural y con la promoción de los Derechos Humanos; la Fundación Kine Cultural y Educativa, que trabaja con chicos y jóvenes expresándose en forma amplia y creativa sobre sus derechos a través del lenguaje audiovisual; y la Asociación Civil El Ágora como articuladora fuertemente comprometida en la consolidación de redes entre los diferentes actores de la sociedad civil. Y los verdaderos protagonistas: los niñ@s pertenecientes a las escuelas: Héctor Valdivieso, de Malvinas Argentinas y Juan Mantovani, nivel primario, de la ciudad de Córdoba.
En Octubre de 2006 comenzaron los talleres de capacitación a cargo de la Fundación Kine Cultural y Educativa con la participación de los docentes de las escuelas participantes del proyecto y el equipo técnico del Cineclub Municipal Hugo del Carril.
El primer taller se realizó con la presencia de técnicos del Cineclub Municipal Hugo del Carril, los docentes de ambas escuelas, técnicos de El Ágora e Isabel Marcón, capacitadora regional, perteneciente a Fundación Kine Cultural y Educativa.
Desde el punto de vista pedagógico se puede ver a los talleres como espacios de educación sistemática no formal, con características distintas a los de la educación formal como pueden ser las instituciones escolares. Es sistemática porque tiene una finalidad, contenidos precisos y una serie de pautas que los regulan, distinto de los espacios de educación no sistemática como puede ser el familiar.
Los derechos abordados por los chicos en los cortos abarcan una amplia variedad de historias que tratan sobre apodos discriminatorios u ofensivos y el derecho a ser llamado por su nombre. El derecho a disfrutar plenamente de juegos y recreaciones; a expresar su opinión libremente en los asuntos que lo afecten y a ser tenidos en cuenta.
También se plantearon problemas de identidad: niños abandonados por sus padres en orfanatos, el maltrato de los padres hacia sus hijos. El derecho a la educación y de las dificultades que imposibilitan el cumplimiento del mismo como las distancias que deben recorrer para llegar a la escuela, la falta de servicios básicos, de materiales, de docentes.
En resumen, son historias que reflejan distintas situaciones de vulnerabilidad y reclamo, situaciones de discriminación, vividas o escuchadas por ellos, cómo ven el mundo y cómo se ven a sí mismos.
De repente las escuelas se transformaron en sets de filmación, entre cámaras, micrófonos, ensayos de escenas.
Cuando se escuchaba “luz, cámara, acción” y luego el sonido inconfundible de la claqueta que indicaba a los pequeños actores el encendido de la cámara y el comienzo de la grabación, todo se acomodaba y cada uno tomaba su papel en la escena de acuerdo a lo ensayado.
En este momento del proceso de producción tuvieron una activa participación los técnicos del Cineclub Hugo del Carril, ya que cumplieron no sólo su rol, sino también en muchos casos su intervención se dio directamente sobre los niñ@s protagonistas de los cortos, guiándolos en los distintos pasos del proceso de filmación.
Las instituciones que participamos del proyecto “Con los chicos no se juega” sabemos que la mera enunciación de los derechos, no garantiza su ejercicio, por lo tanto la meta que se persigue es que sirva como generador de transformaciones en el ejercicio de la ciudadanía.
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