CHIMPANCÉ, MACHIAVELLI Y GANDHI.
De Carlos Matus Este es un resumen del libro
de Carlos Matus. Estrategias Políticas. En el mismo desarrolla
distintos estilos políticos los cuales son adoptados para definir
las reglas de juego de una sociedad.
Los modos de hacer política de los distintos lideres a lo largo
de la historia, ya sea Lenin, el líder creador de la ex Unión
Soviética o Ghandi, el conductor pacifista de la India, ambos hicieron
política y formularon estrategias de contenido y calidad muy diversa.
El autor representa tres estilos de hacer política muy diferentes:
1) el estilo chimpancé, 2) el estilo Machiavello, y 3) el estilo
Ghandi. La historia registra casos asimilables a estos tres estilos, aunque
la realidad los matiza y combina con la riqueza propia de la creatividad
humana y en las proporciones más variadas.
El estilo Chimpancé: el fin soy yo
El antropólogo y primatólogo holandés Frans B. M.
de Waal escribió una obra con el título Chimpanzee Politics,
Power y Sex Among Apes (de Waal, 1992 [45) y allí estudia como
los líderes simios ganan y pierden el poder de la manada dentro
de una gran comunidad de chimpancés. Describe como la vida de los
chimpancés está centrada en relaciones de dominación-sometimiento,
del poder por el poder, de alianzas y coaliciones tácticas, transitorias
e instrumentales y de una rivalidad permanente por la jefatura de la manada,
alternada con períodos duraderos de reconciliación.
La lucha por el poder entre los líderes de la manada es constante,
y la frecuencia de las agresiones y la correspondiente reacción
con la formación de coaliciones es muy alta (de Waal, 1992, pág.
43 [45]:
"El análisis de las listas (de las coaliciones) confirma que
los chimpancés actúan selectivamente cuando intervienen
en un conflicto entre otros miembros del grupo. Todos los miembros del
grupo tienen sus propias afinidades y antipatías personales que
los guían en el momento de la acción”
"Esto no significa que las relaciones dentro del grupo no cambien,-
en, verdad, este es el aspecto más fascinante de las coaliciones
de los chimpancés. ¿Por qué podría (', que
ha apoyado a A contra B por años, comenzar gradualmente a apoyar
a B contra A? "
El concepto de animal político acuñado por Aristóteles
calza muy bien al chimpancé. Dos chimpancés se pueden transformar
en una pareja sólo para destronar al tercero que detenta una posición
jerárquica superior. Luego de derrocarlo, la alianza pierde su
objetivo y surge una nueva conspiración para derrocar al antiguo
aliado. Los machos dominantes son siempre paranoicos, dice Waal, pero
no pueden permitirse ser demasiado agresivos y dictatoriales, porque sus
devotos lugartenientes buscarán una oportunidad para derrocarlo.
Es el extremo de la instrumentalización de las relaciones de poder,
es el modo más primitivo de hacer política cuya caricatura
es la lucha por dirigir la manada hacia ninguna parte. La manada debe
obedecer mientras el jefe la guía a su capricho e instinto. El
proyecto es el jefe y el jefe es el proyecto. El jefe es superior por
su fuerza y todo le está permitido. Se trata de un juego suma cero
donde el poder cambia de mano cada vez que surge un jefe más fuerte
y no existe proyecto social. Este estilo se caracteriza por : i) el individualismo
extremo de la competencia por el poder, li) el alto valor de la rivalidad
individual, 111) la hiper-valoración de la fuerza y la agresión
como criterio de superioridad y elección del jefe, lv) el alto
valor de la amenaza del otro en un sistema altamente competitivo, v) el
valor cero del proyecto social, vi) la reconciliación como una
manera de reparar el daño causado al derrocado y estabilizar el
sometimiento al jefe, y vi¡) la generación de alta tensión
en la comunidad a pesar del uso de la reconciliación.
Todo competidor por el poder tiene algo de chimpancé en su cabeza.
La similitud de este estilo político con la fiera competencia entre
las corporaciones económicas es evidente. El propio de Waal señala
que : " la vida corporativa es una empresa de caza entre machos,
ellos cazan por dinero". Lo interesante es que la teoría económica
liberal sostiene que de dicha lucha por el proyecto individual surge un
beneficio y un proyecto colectivo (?). Ese es un lado del problema que
no debe ocultar el otro: la opresión del fuerte.
En este caso la estrategia política gira en tomo a mantener el
poder, a usarlo en beneficio propio, a anular las amenazas de los rivales
y a elegir al sucesor que garantiza la protección del jefe envejecido.
En lo posible, el jefe trata de legitimar una dinastía familiar
en la paz del sometimiento.
Después de leer el libro del primatólogo de Waal he vuelto
a estudiar la notable obra de Joaquín Balaguer titulada por él
mismo "Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo". Los
estilos políticos son muy parecidos, salvo que el chimpancé
es más humano y nunca es sanguinario.
El estilo Machiavello; el fin justifica los medios.
El chimpancé se alfabetiza, desarrolla su inteligencia, acomoda
sus valores a la lucha despiadada y construye un proyecto para el grupo.
Es el paso desde el objetivo personal al proyecto social. En este estilo
la acción del jefe se subordina a la guía de un proyecto
que lo trasciende. Lo que importa es el objetivo y éste es superior
al individuo; los medios y la ética deben acomodarse a ese propósito.
El jefe está al servicio del objetivo, pero se encarna en él
de un modo tan íntimo que se confunde con el proyecto. El jefe
no es el proyecto, pero el proyecto parece imposible sin ese jefe. Las
alianzas pueden ser tácticas e instrumentales, pero al servicio
transitorio del propósito estratégico. Las reglas de ética
no se justifican por- el beneficio del jefe, sino por su eficacia para
el fin perseguido.
Si domina el caudillo y el personalismo, lo hace en cuanto es funcional
al proyecto ideológico. Todo gira en tomo a un proyecto y a una
ideología que reclama superioridad y subordinación. El dominio
personal es instrumental al proyecto, ya no es el objetivo, y el cálculo
estratégico del líder gira en torno a asegurar su éxito,
evitar las amenazas que puedan desviarlo, dividir a la base social entre
partidarios y opositores, hacer uso constante de la medición de
fuerzas políticas sin temor al uso de la violencia armada, disuadir
al oponente mediante el control de los recursos claves que permiten el
control de sus propósitos y movimientos y establecer una clara
distinción entre el gobierno que manda guiado por un fin superior
y la ciudadanía que obedece por convicción, disuasión
o a la fuerza.
Nada más convincente que el argumento de su máximo representante
para validar la descripción anterior:
"De aquí que todos los profetas armados venzan; y Iodos los
desarmados se arruinen" (Machiavello, orig. 1513, pág. 54,
[29])
El estilo Gandhi: la fuerza moral y el consenso
El chimpancé está en proceso de humanización, aunque
ya tiene conciencia de lo que es ser humano. Los valores y la ética
pasan a primer plano y se reconoce que el hombre tiene derechos que abarcan
al oponente, el cual no debe ser tratado como enemigo. El avance del proyecto
está supeditado al consenso, la cooperación y a los medios
pacíficos. El consenso manda sobre el proyecto y el proyecto manda
sobre el líder. El líder no se reviste de una imagen superior
ni reclama poderes especiales. Es líder porque es representativo
del consenso, busca la cooperación, respeta todas las posiciones,
tiene el respeto de todos, da ejemplo de modestia y austeridad e intenta
gobernar con la confianza de todos. El jefe no requiere de fuerza física,
puede ser incluso débil, ya que su poder radica en el consenso
y el ejemplo. El proyecto no debe ser alcanzado por cualquier medio, porque
el medio usado marca la legitimidad del objetivo. Los medios se subordinan
al objetivo, y éste eleva a su condición ciertos medios
como la cooperación, el consenso y el respeto por el otro. El proyecto
consiste en la autorregulación de las aspiraciones y deseos individuales
en una cultura sistémica donde el otro está siempre presente,
no como oponente que debe ser vencido, sino como campanero reconocido
con el cual se debe convivir. Es el dominio de una cultura socíocéntrica,
lo opuesto a una cultura egocéntrico pero sin imposición
del colectivo sobre el individuo. Por consiguiente, en este estilo la
estrategia privilegia la persuasión, el diálogo, la negociación
cooperativa, la elevación de la cultura, la desdogmatización,
la motivación por el trabajo en común, el desarrollo de
las ciencias que amplían la base distributiva y la abolición
de las desigualdades en la educación como fuente básica
de todas las desigualdades. Este estilo descansa en reconocer que el otro
tiene intereses legítimos, tan legítimos como los míos.
Y si esos intereses son conflictivos es necesario cambiar el mundo de
los valores y de las ideologías. En vez de derrotar hay que ganar
al oponente. Yo estoy después del proyecto, el proyecto está
después de la convivencia y la convivencia exige la igualdad de
oportunidades basada en la igualdad de la educación y la cultura.
Gandhi es la máxima expresión de este estilo.
En su liderazgo se encama la honestidad, en el más estricto y amplio
sentido de la palabra, encendida como el control de todos los deseos humanos
individuales y la coherencia de la palabra con la acción (Fischer,
pág. 67, [15]):
" En la raíz de innumerables males de nuestra civilización,
hay una discrepancia entre la palabra, el dogma y la acción. Es
la debilidad de las iglesias, los estados, los partidos y las personas.
Les da a los horribles y a las instituciones personalidades divididas.
" ... "Gandhi tenía salud mental por que en él
la palabra, el dogma y la acción eran una misma cosa: estaba integrado.
"
Por CARLOS MATUS
Fondo Editorial Altadir.
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